viernes, 6 de enero de 2012

Tema 5. Examen Médico periódico. Su importancia.

a)      Frecuencia y condición para practicarlo.
EXAMEN MÉDICO PERIÓDICO
El examen médico periódico son pruebas médicas que realizan las empresas al seleccionar a sus empleados y también para procurar la salud en los mismos. Cómo su nombre lo dice, se hace periódicamente para conocer el estado de salud como una forma de prevenir, evitar y/o atender enfermedades oportunamente.
Es un examen clínico además de valorar el estado actual del trabajador, hace una relación o historial clínico del mismo.

El examen médico periódico consiste en:
-Examen clínico (exámenes de laboratorio, radiografías, electrocardiogramas, de destreza, neuropsicológicos, electroencefalogramas, etc) :
  • Formulación de una historia clínica
  • Registro de exámenes médicos 
  • Reporte de trabajadores que requieran de algún tipo de tratamiento.
  • Aplicación de vacunas
  • Prácticas enfocadas a evitar enfermedades contagiosas que puedan provocar epidemias.
¿Cada cuanto se aplica?
En adultos se debe aplicar cada 6 meses; sin embargo en trabajadores con enfermedades crónico degenerativas debe ser cada mes. En niños también debe ser cada mes.

¿Qué enfermedades se pueden prevenir?
Debido el examen médico periódico es muy completo, hay una gran cantidad de enfermedades que se pueden prevenir, como:
  • Problemas cardiacos
  • Desnutrición
  • Infecciones renales
  • Diabetes
  • Desequilibrios mentales
  • Problemas motrices (huesos, músculos, articulaciones)
  • Problemas metabólicos
  • Problemas respiratorios
  • Parásitos

    Tema 4. Problemas sociales en la adolescencia. (parte 2)

    c) Tabaquismo.
    Según las estadísticas, la mayoría de fumadores adictos al tabaco empiezan a fumar cuando tienen entre 11 y 14 años.
    Muchos adolescentes empiezan a fumar porque lo hacen muchos de sus amigos. En este sentido, es importante enseñar a tu hijo el valor que tiene saber decir que no a ciertas cosas. A pesar de las primeras típicas burlas, sus amigos no van a pensar mal en tu hijo(a) por el mero hecho de rechazar un cigarrillo. Al contrario, aunque no lo digan en voz alta, muchos le tendrán más respeto por su decisión.
    Otros adolescentes empiezan a fumar como forma de rebelarse contra sus padres, la escuela o la sociedad en general. La rebelión forma parte de la adolescencia y en cierto modo es inevitable, pero hay cosas que puedes hacer para ayudarle a dejar el tabaco. Por supuesto, tu labor será más fácil si no fumas. De otro modo, lo tienes mucho más difícil.
    Explícale las desventajas de fumar. La adolescencia es una época de muchos cambios físicos y de una mayor concienciación sobre su propia apariencia física. Por eso puedes hacer hincapié en las desventajas físicas del consumo de tabaco. Dientes amarillas, mal aliento, ropa que huele mal, mayor probabilidad de desarrollar ataques de acné juvenil, más grasa en el pelo.... Además de los efectos más graves sobre la capacidad pulmonar y la salud general de los consumidores.
    La adicción al tabaco es difícil de superar para un adulto - por eso existen tantos fumadores - pero mucho más para un adolescente. Síntomas como irritabilidad, tensión, nerviosismo e incluso insomnio pueden influir de forma negativa en su intento de dejar el tabaco. Pero puedes ayudarle. Primero subraya las veces que puedas (sin ser pesado) lo orgulloso que te sientes de el por su esfuerzo. Busca actividades alternativas (sobre todo deportivas al ser posible). Acompáñale a ver a su médico, para preguntar sobre la posibilidad de que su hijo(a) pueda tomar algún sustitutivo.
    No esperes milagros. El mero hecho que un hijo adolescente fumador intente dejar el tabaco y te deja ayudarle, es ya por si una pequeña victoria. Lo importante es darle ánimos. Si tu adolescente quiere dejar de fumar poco a poco, diseña un plan, limitando el número de cigarrillos que consume cada día, y reduciendo el número poco a poco. O ayúdale a imponerse unas normas que hacen que fume menos. Por ejemplo, prohibido fumar dentro de la casa, solo se puede fumar después de cenar, o prohibido fumar entre semana.

    d)Accidentes y violencia. Prevención y primeros auxilios.
    Prevención de accidentes 
    Los accidentes son la causa más frecuente de consulta en los Servicios de Urgencias durante la infancia y la adolescencia. Ya desde antes de nacer su hijo debe ir modificando su hogar para hacerlo seguro para él, pues durante los dos primeros años de vida es el hogar el escenario de la mayor parte de los accidentes. Cuando crezca, éstos serán más frecuentes fuera de casa: en la calle, en el colegio o en el campo de deportes.
    La importancia de vacunar a los niños
    1.Prevención de accidentes en el hogar
    -Quemaduras
    -Heridas producidas por objetos cortantes
    -Quemaduras eléctricas y electrocución
    - Asfixia y atragantamiento
    -Ahogamiento
    -Envenenamientos (medicamentos, productos de limpieza etc.)
    -Caídas y golpes
    2.Prevención de accidentes fuera del hogar
    -Educación vial
    -Parque de juegos
    -Piscina y playa
    -En el colegio
    -En los deportes

    1. Prevención de accidentes en el hogar
    Quemaduras:
    -Cuando bañe a su hijo vigile que la temperatura del agua sea la adecuada, para ello basta con meter el dorso de la mano en el agua y comprobar que esté templada. Debe acostumbrarse a llenar la bañera mezclando el agua caliente con la fría hasta conseguir un chorro templado, pues de lo contrario su hijo podría meter la mano en el chorro de agua caliente y escaldarse.
    -No se olvide de no dejar nunca a su hijo solo en la bañera porque se puede ahogar con mucha facilidad y rapidez.
    -Las estufas y radiadores deben estar protegidos, de manera que el niño no pueda tocarlos. Nunca debe permitirse a un niño que se acerque a una chimenea encendida.
    -En la cocina no deben entrar los niños porque es una habitación especialmente peligrosa De todas formas tenga la costumbre de usar siempre los fuegos más próximos a la pared, y no deje que los mangos de las sartenes y demás utensilios de cocina sobresalgan de la hornilla o de la encimera, pues su hijo en un descuido puede cogerlos por curiosidad y quemarse con aceite hirviendo u otro producto caliente.
    -No circule por la casa con líquidos calientes (café, té, etc.), porque su hijo le podría empujar sin querer y escaldarse al caerle encima el líquido que lleve.
    -Por el mismo motivo no debe poner manteles en la mesa pues tiran de ellos y se pueden derramar comida o líquidos calientes encima.
    -Si está usted tomando sopa o algo caliente no tenga a su hijo en brazos, pues puede volcarse el plato, o meter la mano en él.
    -No caliente el biberón del niño ni su comida en el "microondas" porque el calentamiento que produce es irregular, y puede tener zonas mucho más calientes que otras, quemándole la boca o la lengua.
    -Tenga mucha precaución con la plancha, cuando planche vigile que su hijo no esté cerca, pues las quemaduras con este electrodoméstico son muy frecuentes.
    -Si deja su coche al sol cubra el portabebés con una tela para que cuando coloque en él al niño no se queme, tenga un cuidado especial con las partes metálicas.
    -Si pasean bajo un sol intenso cúbrale la cabeza a su hijo con un sombrero para evitar insolaciones, y no se olvide de aplicarle un buen protector solar sobre las zonas descubiertas de su piel. Durante el verano, si se está bañando, no se olvide de aplicarle el protector solar con frecuencia pues con el agua se elimina de la piel.
    Heridas producidas por objetos cortantes:
    -Guarde la maquinilla y las cuchillas de afeitar en alto y con cerradura de seguridad, al igual que las tijeras, agujas, alfileres y otros objetos de costura.
    -En la cocina y el comedor todos los cuchillos, tenedores y tijeras deben estar en cajones bien cerrados y con pestillo. El mueble donde esté la basura y todos los armarios con vajilla u objetos de cristal deben tener cierre de seguridad. Cuando cargue y descargue el lavavajillas vigile que su hijo no esté cerca.
    -Guarde en alto y bajo llave las herramientas de bricolaje.
    -No deje ninguno de estos objetos al alcance de su hijo pues se puede herir a sí mismo o herir a otra persona.
    Quemaduras eléctricas y electrocución:
    -Coloque el ordenador, la televisión, el equipo de música y demás electrodomésticos bien adosados a la pared, de manera que su hijo no pueda tocar la zona trasera de estos aparatos, que es donde suelen estar las conexiones. Apague y desenchufe todos los electrodomésticos que no esté utilizando. Ponga tapa-enchufes cubriendo todos los enchufes y no deje cables al alcance de los niños. Vigile especialmente las luces de Navidad, procure que la instalación esté bien hecha y los cables bien aislados. Todos los hogares deberían tener un sistema eléctrico de seguridad (diferencial) que desconecte la instalación en caso de descarga eléctrica o de corto-circuito.
    Asfixia y atragantamiento:
    -Nunca acueste a su hijo en una superficie blanda tipo cojín o almohada pues se puede asfixiar, no debe tampoco acostarlo sobre una superficie envuelta en plástico pues si apoyara su boca sobre él podría ahogarse.
    -No deje ninguna bolsa de plástico al alcance de su hijo, porque si se la introdujera en la boca, o se la pusiera en la cabeza se podría asfixiar. Por el mismo motivo no debe jugar con globos. Es una buena costumbre hacerle varios nudos a las bolsas de plástico antes de tirarlas, pues así el niño no se las puede meter por la cabeza.
    -No deje sin recoger juguetes pequeños ni otros objetos de pequeño tamaño que su hijo pueda llevarse a la boca y atragantarse, por ejemplo monedas. Vigile que los juguetes al alcance de sus hijos pequeños no tengan piezas rotas y estén constituidos por piezas grandes. A la hora de comprar juguetes fíjese en la edad adecuada para su uso y en el resto de las recomendaciones del fabricante.
    -Cuidado con la comida, no permita que se llene excesivamente la boca ni que coma acostado, explíquele que no debe hablar, ni correr, ni reírse con la boca llena pues puede atragantarse. Si su hijo pequeño se atraganta, póngalo boca abajo y golpéele con fuerza en la espalda, entre los omóplatos, hasta que arroje el objeto que le haya producido el atragantamiento, después consulte a un Servicio de Urgencias.
    -Absolutamente prohibido darle a niños menores de 5 ó 6 años frutos secos, pues si se atraganta con ellos puede o bien asfixiarse, o bien producírsele una lesión pulmonar por el aceite que destilan estos productos. En cualquier caso precisaría tratamiento urgente, primero por usted como en el párrafo anterior, y luego en Urgencias. Si tiene frutos secos en su casa, vigile que no estén al alcance de su hijo.
    -Son peligrosos también los alimentos que, como los chicles, las salchichas o los caramelos, tienen la forma y el tamaño de la vía aérea del niño y pueden producir asfixia en caso de atragantamiento.
    -Tenga mucho cuidado con las pilas de "botón", porque se pueden asfixiar con ellas o tragárselas, y en este caso podrían producir quemaduras o intoxicaciones.
    Ahogamiento:
    -Como dijimos anteriormente, no deje a su hijo nunca solo en la bañera porque se podría ahogar con facilidad, basta con que pierda el equilibrio y sumerja su cabeza en el agua. Si tuviera que salir del cuarto de baño para hacer otra cosa no deje a su hijo al cuidado de otro niño pues es peligroso, sáquelo de la bañera, cójalo en brazos envuelto en una toalla y haga lo que necesite. No deje a su hijo a solas mientras la bañera o cualquier recipiente (cubo, barreño, etc.) se está llenando de agua.
    -Si tiene una piscina de plástico en su terraza vacíela siempre después del baño, si la deja llena y sin vigilancia algún niño se puede ahogar. Nunca deje que los niños se bañen en una piscina sin su supervisión ni aunque tengan manguitos o flotador. El uso de estos utensilios puede producir una sensación de falsa seguridad, pues se pueden desinflar, romper o salírsele al niño. Usted debe saber que la máxima seguridad la da la vigilancia de su hijo por un adulto responsable durante el tiempo en que los niños se estén bañando.
    -Todas las piscinas públicas y privadas deberían tener una valla alta rodeándolas totalmente, con una cerradura de seguridad que impida el acceso a todos los niños cuando no haya un adulto vigilando. Procure que no haya objetos cercanos que puedan ayudar a saltar la valla.
    Envenenamientos (medicamentos, productos de limpieza etc.) :
    -No le diga nunca a su hijo que un medicamento es un caramelo, pues podría incitarle a cogerlo y tomárselo por su cuenta. No le administre nunca medicamentos a oscuras, pues se puede usted confundir de medicina o de dosis. Guarde siempre los medicamentos en alto y en un armario cerrado con cerradura de seguridad, pues si simplemente los pone en alto llegará un momento en que su hijo se subirá a algún mueble para alcanzarlos. Nunca lleve medicamentos en el bolso ni los deje en los cajones, recuerde que todo medicamento tomado a dosis distinta a la recomendada puede actuar como tóxico y dañar a diferentes órganos o sistemas del cuerpo. De cara a los niños no hay medicamentos inocuos, TODOS deben estar bien guardados. Asegúrese, después de administrar alguna medicina, que la deja bien guardada en su sitio.
    -Tenga especial cuidado con estas normas si tiene familiares o invitados en la casa, explíqueles estas ideas pues ellos pueden no conocerlas y producirle un daño importante sin querer a su hijo.
    -En caso de que en su casa haya plantas decorativas, averigüe si tienen partes venenosas y si es así deshágase de ellas, porque su hijo en una distracción puede chupar o morder alguna.
    -Si tiene invitados y toman bebidas alcohólicas, retire los vasos rápidamente pues los niños se pueden beber los restos. Guarde las bebidas alcohólicas siempre en armarios con llave, en lugares inaccesibles para los niños.
    -Tenga mucho cuidado con los productos de limpieza, guárdelos en sus envases originales, a ser posible con tapón de seguridad, no los ponga nunca en botellas de agua o de otras bebidas pues usted o su hijo se pueden confundir y envenenarlo o envenenarse. Aunque muchos productos de limpieza se vendan en envases con tapón de seguridad, no se fíe, pues su hijo con un poco de tiempo puede conseguir abrirlos. Por ello estos productos, incluidos los detergentes de lavadoras y lavavajillas, así como los de jardinería o los de cosmética, deben estar en armarios con cerradura de seguridad. Acuérdese de no poner nunca insecticidas o raticidas en lugares que estén al alcance de su hijo.
    Caídas y golpes:
    -Los niños empiezan a darse la vuelta desde muy pequeños, unos antes que otros, así que desde el mes de vida no lo deje nunca solo en una cama ni sobre ninguna superficie porque puede rodar y caerse.
    -Póngale protectores a la cuna y fíjese que la cabeza del niño en ningún caso quepa entre los barrotes. Procure no abrigarlo mucho por la noche y que la ropa de cama pese poco de manera que su hijo se pueda mover libremente en la cuna. No lo acueste con usted pues durante el sueño usted sin darse cuenta puede aplastarlo y asfixiarlo.
    -Si su casa tiene escaleras, en cuanto su hijo empiece a gatear debe ponerle puerta de seguridad que impida el acceso (las hay desmontables). También debe instalar rejas en las ventanas, que se puedan abrir por un adulto en caso de incendio, y aumentar la altura de la baranda de balcones y terrazas, pues su hijo no tiene ninguna conciencia de peligro y puede precipitarse desde arriba. No deje nunca macetas ni muebles junto a la baranda del balcón ni junto a las ventanas pues se puede subir a ellos para asomarse y caerse. Nunca deje a su hijo en una habitación con la ventana abierta si ésta no tiene rejas, los niños son muy curiosos y es muy peligroso, incluso aunque su hijo hasta el momento no haya sido travieso.
    -No le compre andador a su hijo pues se podría caer hacia adelante y, en cualquier caso, no le beneficia pues lo hace cómodo y tardará más en andar solo. Mucho mejor es que, cuando usted vea que se pone solo de pie agarrándose a los barrotes de la cuna o apoyado en una silla, le dé sus manos y lo ayude a andar, primero con las dos manos, luego con una sola y luego lo deje andar suelto.
    -En ese momento se le abre a su hijo un mundo nuevo de independencia... y de peligro. Lo tiene que vigilar muy especialmente, observe a su altura que riesgos hay y elimínelos.
    -Ponga cantoneras acolchadas en las esquinas de las mesas y de otros muebles para que no se golpee, cuidado con los objetos de cristal, porcelana, cerámica, etc..., póngalos en alto.
    -Si tiene en casa algún animal (mascota), no lo deje nunca a solas con su hijo por muy domesticado que esté, pues incluso sin querer le podría hacer daño.
    -No deje cables, cuerdas ni cintas al alcance de su hijo pues se podría ahorcar, por el mismo motivo nunca debe ponerle cadenas ni cintas al cuello y tampoco cintas o bandas en la cabeza a las niñas.
    -No lo pierda de vista cuando esté en la "trona" o en el cochecito pues puede caerse y golpearse en la cabeza, recuerde que en esa fase su hijo debe estar siempre vigilado. Elimine, en suma, todas las cosas con las que se pueda hacer daño y no lo pierda de vista. Una vez eliminados los peligros y sin dejar de observarlo por si acaso, permítale que explore, para ir poco a poco dándole autonomía pero sin sacrificar nunca la seguridad.

    2. Prevención de accidentes fuera del hogar
    A partir de los dos años se empiezan a producir los accidentes fuera del hogar, pero es en la edad escolar cuando ya la mayor parte de los accidentes se producen en este ámbito. Una de sus misiones más importantes como padres es ir dándole a su hijo una autonomía progresiva y a la vez una responsabilidad cada vez mayor. Así le demuestra a su hijo que confía en él, lo educa en la libertad y en la independencia pero a la vez lo hace paulatinamente más responsable de sus actos y de su propia seguridad.
    Educación vial:
    -Cuando su hijo salga con usted a la calle explíquele el daño que pueden producir los coches y demás vehículos, y que por lo tanto nunca debe cruzar una calle sin ir agarrado de la mano de una persona adulta hasta que él sea mayor. A la vez enséñele los diferentes símbolos y colores de los semáforos, acostúmbrelo a mirar a un lado y a otro al cruzar, a usar los pasos de cebra, etc... En suma dele las normas básicas para que cuando llegue ese momento su hijo pueda andar por la calle con seguridad y responsabilidad.
    -Dentro de su propio vehículo exíjale que lleve siempre el cinturón de seguridad puesto y explíquele su utilidad. Si su hijo fuera demasiado pequeño para que el cinturón le ajuste bien, compre en una tienda de artículos de automóvil un suplemento para el asiento de manera que el cinturón le quede bien ajustado. Recuerde que su hijo nunca debe ir en el asiento delantero, los niños siempre deben ir detrás y con el cinturón puesto. Es también importante enseñarles como se desabrocha el cinturón, para que en caso de accidente lo puedan hacer, pero explicándoles que mientras el coche esté en marcha lo deben llevar abrochado. Debemos enseñarles también a no asomar ninguna parte del cuerpo por la ventanilla explicándoles que puede golpearse con otro vehículo. Desde pequeños deben aprender que en una moto el casco es la línea que separa la vida de la muerte, por si en el futuro montaran en ese tipo de vehículo. Cuando monten en bicicleta deben usar siempre casco, pues es la mejor forma de que una caída menor no se convierta en una lesión cerebral importante.
    Parque de juegos:
    -En el parque de juegos vigile que las diferentes atracciones estén bien mantenidas y cuidadas. Que no tengan bordes cortantes ni astillados, que funcionen bien y que la arena sea adecuada y esté limpia. Una vez comprobado lo anterior explíquele a su hijo cómo funciona cada atracción y los peligros que debe evitar para no golpearse ni caerse. Así, le enseñará a no bajarse de un columpio que no esté totalmente parado, a no empujar a otro niño en el tobogán o a no ponerse delante de un columpio que se esté balanceando. Deje que su hijo juegue libremente observándolo desde una cierta distancia, de forma que él se sienta libre, pero que en caso de peligro que él solo no pueda resolver pueda usted acudir en su ayuda con rapidez. Ésto es todo un símbolo de lo que a partir de ese momento va a ser la relación con su hijo, independencia paulatina, responsabilidad progresiva y observación por su parte para poder ayudarlo si en algún momento detecta que alguna situación le supera. Todo ello transmitido con el afecto que como padres sentimos por nuestros hijos.
    Piscina y playa:
    -En la piscina no pierda a su hijo de vista nunca, ya sabe que basta una distracción momentánea suya para que su hijo pueda ahogarse. Debe usted saber que tres minutos sin respirar producen lesiones irreparables en el cerebro. El que su hijo use flotador no debe hacerle bajar la guardia, pues estos elementos son un apoyo pero no son infalibles, y nunca sustituyen la vigilancia de un adulto. Cuando sea mayor y sepa nadar bien háblele de los riesgos del mar, de cómo evitarlos y del respeto que debe tener a las recomendaciones de los socorristas (color de la bandera en la playa, etc.). Explíquele que nunca se debe bañar sólo para que en caso de peligro o lipotimia alguien le pueda auxiliar, y que no debe arrojarse al agua en sitios donde desconozca la profundidad existente, pues al chocar contra el fondo puede lesionarse la columna y quedar parapléjico o tetrapléjico para siempre.
    Colegio:
    -Cuando elija una guardería o colegio para su hijo cuide de que cumpla todos los requisitos de seguridad.
    -Si su hijo es ya lo suficientemente mayor para entenderle explíquele que va a ir la colegio y que debe cuidar de sí mismo para no hacerse daño, dígale que si tuviera alguna necesidad su profesor/a le ayudará. Ayúdelo a ser lo más autosuficiente posible, porque a partir de determinada edad usted no va a poder estar con él durante periodos de tiempo prolongados, y va a ser él con sus propios recursos el que tendrá que resolver las situaciones que se vayan planteando. Educar a los hijos en independencia y responsabilidad paulatinas es muy importante para su futuro.
    Deportes:
    -Los escolares de menos de 10 años se suelen lesionar jugando entre sí o montando en bicicleta, monopatín o patinete, pero los mayores de esta edad se accidentan normalmente jugando a deportes organizados. Como además los niños de la misma edad suelen tener tamaños distintos, porque cada uno tiene su propio ritmo de crecimiento, los accidentes entre los de menor envergadura son muy frecuentes.
    -Las lesiones producidas por accidentes deportivos pueden ser de tres tipos:
    -Lesiones agudas (fracturas óseas, traumatismos craneales, etc.)
    -Lesiones por uso excesivo (codo del tenista, hombro del nadador, etc.)
    -Lesiones repetidas (se reinicia la actividad deportiva antes de estar totalmente curado y se reproduce la lesión en la misma localización)
    -En general mientras más edad y peso tengan los niños de mayor gravedad serán las lesiones producidas por los accidentes deportivos, pues no tiene la misma violencia un choque entre dos niños de 7 años que entre dos de 17 años.
    -Para jugar a un determinado deporte asegúrese que su hijo está entrenado en el mismo, que juega con compañeros de su misma edad, con un equipamiento adecuado y homologado (cascos homologados para montar en bicicleta, etc.), en un terreno de juego en buenas condiciones y con botiquín de primeros auxilios bien surtido y revisado con frecuencia. Es muy importante la presencia de al menos un monitor adulto y responsable, con capacidad de prestar los primeros auxilios y de practicar resucitación cardio-pulmonar si fuera preciso. Si sigue usted estas recomendaciones, y recomienda a su hijo que las siga, evitará un gran número de accidentes y prevendrá lesiones potencialmente graves.


    Tema 4. Problemas sociales en la adolescencia.

    a)  Farmacodependencia.
    Definición:
    Significa que una persona necesita de una droga para desempeñarse normalmente. Suspender abruptamente la droga lleva a que se presenten síntomas de abstinencia. La adicción a las drogas (drogadicción) es el uso compulsivo de una sustancia a pesar de sus efectos negativos o peligrosos.
    Una persona puede tener una dependencia física de una sustancia sin tener una adicción. Por ejemplo, algunos medicamentos para la presión arterial no causan adicción, pero pueden provocar dependencia física. Otras drogas, como la cocaína, causan adicción sin llevar a la dependencia física.
    La tolerancia a una droga (necesitar una dosis mayor para alcanzar el mismo efecto) por lo regular es parte de la adicción.
    Causas:
    El abuso de drogas puede conducir a la adicción o a la dependencia de las mismas. Las personas que utilizan drogas para aliviar el dolor pueden volverse dependientes, aunque es raro que esto suceda en personas que no tienen antecedentes de adicciones.
    La causa exacta de la drogadicción y la farmacodependencia se desconoce. Sin embargo, los genes del individuo, la acción de las drogas, la presión de compañeros, el sufrimiento emocional, la ansiedad, la depresión y el estrés ambiental pueden ser todos factores.
    La presión de los compañeros puede llevar al uso o abuso, pero al menos la mitad de los individuos que caen en la adicción sufren depresión, trastorno de déficit de atención, trastorno de estrés postraumático u otro problema de salud mental.
    Es posible que los niños que crecen en un ambiente de consumo de drogas ilícitas vean primero a sus padres consumiendo drogas, lo cual puede ponerlos en un mayor riesgo de desarrollar una adicción más adelante tanto por razones ambientales como genéticas.
    Las personas que son más propensas a abusar o volverse dependientes de las drogas abarcan aquéllas que:
    -Tengan depresión, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad y esquizofrenia
    -Tengan acceso fácil a las drogas
    -Tengan baja autoestima o problemas con las relaciones interpersonales
    -Lleven un estilo de vida estresante en lo conómico o emocional
    -Vivan en una cultura donde hay una aceptación social alta del consumo de drogas
    Entre las sustancias de las que comúnmente se abusa se encuentran:
    -Los opiáceos y narcóticos son calmantes muy potentes que causan somnolencia (sedación) y algunas veces sensaciones de euforia. Entre ellos se encuentran: heroína, opio, codeína, meperidina (Demerol), hidromorfona (Dilaudid) y oxicodona (Oxycontin).
    -Los estimulantes del sistema nervioso central abarcan anfetaminas, cocaína, dextroanfetamina, metanfetamina y metilfenidato (Ritalin). Estas drogas tienen un efecto estimulante y las personas pueden empezar a necesitar cantidades mayores de ellas para sentir el mismo efecto (tolerancia).
    -Los depresores del sistema nervioso central abarcan alcohol, barbitúricos (amobarbital, pentobarbital, secobarbital), benzodiazepinas (Valium, Ativan, Xanax), hidrato de cloral y paraldehído. Estas sustancias producen un efecto sedante y de reducción de la ansiedad, lo cual puede llevar a la dependencia.
    -Los alucinógenos abarcan LSD, mescalina, psilocibina ("setas u hongos") y fenciclidina (PCP o "polvo de ángel"). Pueden hacer que las personas vean cosas que no existen (alucinaciones) y pueden llevar a dependencia psicológica.
    -El tetrahidrocannabinol (THC) es el ingrediente activo que se encuentra en la marihuana (cannabis) y el hashish.
    Hay varias etapas del consumo de drogas que pueden llevar a la dependencia. Las personas jóvenes parecen pasar más rápidamente a través de las etapas que los adultos.
    -Consumo experimental: típicamente involucra a los compañeros, se hace para uso recreativo; el consumidor puede disfrutar del hecho de desafiar a los padres u otras figuras de autoridad.
    -Consumo regular: el consumidor falta cada vez más al colegio o al trabajo; le preocupa perder la fuente de droga; utiliza las drogas para "remediar" sentimientos negativos; empieza a apartarse de los amigos y la familia; puede cambiar los amigos por aquéllos que son consumidores regulares; muestra aumento de la tolerancia y capacidad para "manejar" la droga.
    -Preocupación diaria: el consumidor pierde cualquier motivación; no le importa el colegio ni el trabajo; tiene cambios de comportamiento obvios; pensar acerca del consumo de drogas es más importante que todo los otros intereses, incluyendo las relaciones interpersonales; el consumidor se torna reservado; puede comenzar a vender drogas para ayudarse a sostener el hábito; el consumo de otras drogas más fuertes puede aumentar; se pueden incrementar los problemas legales.
    -Dependencia: no puede enfrentar la vida diaria sin las drogas; niega el problema; el estado físico empeora; pierde el "control" sobre el consumo; puede volverse suicida; los problemas financieros y legales empeoran; puede haber roto los lazos con los miembros de la familia o los amigos.
    b) Alcoholismo.
    Consumo de alcohol
    En la actualidad asistimos a una creciente demanda de información sobre los patrones de consumo de alcohol en nuestra sociedad, por la problemática social y personal que plantea. Dentro de estos patrones adquieren una mayor importancia los asociados a las pautas de consumo de la adolescencia y juventud, que va aumentando, tanto en número de bebidas adquiridas, como en el de su graduación alcohólica.  
    La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores. La edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares, según los datos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 1998 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas), es de 13.6 años, y la edad media de inicio de consumo semanal se sitúa en los 14.9 años, según esta fuente las chicas registran mayor prevalencia de consumo de alcohol, aunque en cantidades menores. El 84.2% de los escolares ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 43.9% consume al menos una vez a la semana. En cuanto a los episodios de embriaguez el 41% de los escolares se han emborrachado en alguna ocasión y el 23.6% en el último mes.  
    Un 80% de las muertes registradas entre adolescentes se deben a causas violentas y dentro de ellas las relacionadas con drogas o alcohol representan el 50%, existiendo un mayor porcentaje de suicidios en los adictos a estas sustancias. Además, se consideran los factores familiares de gran importancia en el inicio y curso clínico de la adicción al alcohol y otras drogas, ya que hasta un tercio de los niños tienen su primera oferta de consumo de bebida alcohólica dentro del ambiente familiar, por lo que la implicación de la familia tiene gran importancia en todo programa terapéutico.
    ¿Por qué consumen?
    La creencia más compartida entre los diferentes grupos de adolescentes y jóvenes, tiene que ver con la asociación, según su opinión, entre el consumo de alcohol y las "consecuencias positivas" que este proporciona. Entre estas destacan, según ellos indican, una potenciación de la actividad psico-física (alegría, euforia, superación de la timidez y retraimiento, mejoría del estado de ánimo, etc.), posibilidad de diversión e integración dentro del grupo de amigos donde la mayoría consumen.  
    En la medida que el alcohol proporciona a los jóvenes una serie de efectos o consecuencias positivas, y el joven los interpreta como un beneficio, dichos efectos se convierten en motivos de consumo. La juventud, como regla general, no asocia el consumo de alcohol con los problemas que de él pueden derivarse, ellos esperan del alcohol cambios positivos globales (facilitador de expresividad emocional, desinhibidor y potenciador de las relaciones sociales, etc.), y a la vez no creen que dicha sustancia tenga consecuencias negativas, influyendo considerablemente en un mayor consumo durante el fin de semana, donde las relaciones interpersonales se intensifican. Por eso anticipar los "efectos positivos" y no las verdaderas consecuencias negativas, conlleva a que se produzca un mayor consumo social.  
    Esta consideración positiva hacia el alcohol, hace que se considere al mismo como una droga socialmente aceptada y de amplia difusión, lo que hace que los adolescentes, en un amplio porcentaje, no valoren el alcohol como una droga y no consideren su consumo como puerta de entrada hacia la adicción a otras drogas, sin embargo hay varios estudios que demuestran todo lo contrario y según los cuales es muy poco frecuente el uso de cocaína o heroína, sin haber consumido anteriormente tabaco, alcohol o cannabis.
    En resumen, los motivos principales que el mundo adolescente o juvenil usa para explicar el consumo de bebidas alcohólicas son:
    -Es un modo de "ponerse alegre", "alcanzar el punto".
    -Forma de búsqueda de afiliación, con imitación de conductas, con consumo que a veces se impone desde el propio grupo de amigos en el que se participa.
    -Presión social, a veces producida desde la publicidad.
    -Desinhibición, superación de la vergüenza. 
    -El consumo actuaría como un modelo de imitación y expresividad de la edad adulta.
    ¿Qué, cuanto y cómo consumen?
    Las pautas de consumo en el mundo adolescente y juvenil han sufrido una serie de cambios durante los últimos tiempos, y además, se han ido configurando unas características peculiares, propias de este grupo de edad, alejadas del modelo adulto y tradicional de consumo.
    Así podemos destacar como características principales de este grupo de edad en su relación con la adicción alcohólica:
    -Búsqueda de nuevos motivos para el consumo, destacando sobre todo la afectación en la esfera psicoactiva de la personalidad. Evasión de lo cotidiano, conseguida mediante la embriaguez, bebiéndose más alcohol y de más graduación.
    -Concentración de los períodos de bebida durante el fin de semana o períodos festivos, con incremento de "borracheras", y lo que ello conlleva como alteraciones del orden público o accidentes de tráfico.
    -Progresivo descenso de la edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas, que según algunos estudios, se localiza sobre los 12 años, aunque es en torno a los 16 años donde se produce una modificación de las pautas de consumo.
    -La cerveza (entre semana) y las bebidas de alta graduación "combinados" (los fines de semana) encabezan el ránking de bebidas preferidas entre los jóvenes.
    -En el entorno adolescente y juvenil el consumo de alcohol se suele producir fuera de casa y en espacios donde se producen las relaciones sociales de los jóvenes. Así mientras el consumo se produce en lugares donde hay relaciones entre iguales, hay una ausencia de consumo en el contexto familiar.
    -Las creencias predominantes sobre el alcohol siguen destacando sus "efectos positivos" como hemos visto anteriormente, dejando los aspectos negativos.
    Al analizar los efectos producidos por el consumo de alcohol es probable que el joven elija la estimulación agradable, cierta e instantánea proporcionada por el mismo. De este modo se construyen pensamientos propios ("no todos los que beben alcohol tendrán una dependencia física o psicológica" "no todos tienen accidentes de coche", "el alcohol afecta a los otros, que no controlan, pero no a mí") que contribuyen a reforzar los efectos o ideas positivas.
    Como actúar sobre el problema
    Es importante no considerar de forma aislada a los jóvenes del contexto social en que se desenvuelven, sino a ambos conjuntamente, para tener siempre presente los respectivos elementos del sistema: jóvenes, familia, escuela, y barrio o municipio y actuar conjuntamente sobre todos ellos.
    Así podíamos considerar diferentes actitudes o pautas de actuación frente al problema, entre los que destacarían:
    -Diseñar programas de educación, en los que se incida no sobre los efectos negativos del consumo alcohólico, sino sobre los efectos positivos del no consumo, este pequeño matiz, haría que las medidas tuvieran una mejor acogida general y una mayor eficacia.
    -Orientar las actuaciones en el nivel educativo cuestionando y delimitando los efectos positivos del alcohol, que es el conjunto de creencias más desarrollado. Se debe partir de una información realista, que sitúe en su término más justo los "efectos reforzantes" del alcohol, pero que también muestre sus límites. Además existen una serie de creencias erróneas respecto al alcohol (aumento de la potencia sexual, modo de combatir el frío, o como utilidad terapéutica), transmitidas de generación en generación que necesitan ser desmontadas.
    -Desarrollar programas de entrenamiento en habilidades sociales, para actuar principalmente en la preadolescencia, antes de que se instaure el consumo habitual de alcohol, para ayudar a esta población a hacer frente a la enorme presión que el grupo ejerce sobre aquellos que no beben. Para ello se debe formar a profesores del sistema educativo, educadores de calle, animadores sociales, etc.
    -Hay que utilizar medidas eficaces que no tienen porque ser las más costosas. Hacer más baratas las bebidas no alcohólicas, ya que actualmente es más barato consumir una bebida alcohólica que un refresco, así como potenciar bebidas exóticas con menor o nulo contenido alcohólico pero "que entren por los ojos" a los jóvenes.
    -Conseguir imponer líneas de trabajo que logren que la edad de inicio del consumo habitual de alcohol se retrase lo máximo posible, lo cual tendrá una incidencia importante en la prevención de los consumos problemáticos del alcohol.
    -Formular objetivos para evitar la desconexión de los adolescentes de los sistemas de contexto, sobre todo educativo, modificar las creencias de adolescentes y jóvenes sobre el alcohol, trabajando fundamentalmente sobre las motivaciones de consumo, o diseñar estrategias para reducir lo máximo posible el dinero que los jóvenes llevan encima los fines de semana.
    -Actuar sobre los espacios físicos por donde se mueve la juventud, revisando su diseño.
    Así podemos:
    -Ceder lugares donde creemos espacios lo más parecidos a los bares y ponerlos en manos de grupos o entidades no controlados por la Administración, que les dé más libertad.
    -Estimular programas que comporten la presencia de educadores en lugares que ellos frecuentan.        
    -Obligar a los bares a crear espacios alejados de la barra y con un volumen de música reducido que permita la comunicación y la organización de actividades atractivas que concentren el tiempo de ocio y diversión.
    -Incidir en la importancia de la familia como factor regulador del consumo y como medio de información.
    -Por último, estimular el debate entre las diversas fuerzas políticas para la creación de diversos programas juveniles de control y prevención de las adicciones.